DROP
El término «drop» apareció con el auge de correr con el calzado mínimo o imprescindible.
Drop es la diferencia de grosor, medida en mm, entre el apoyo de talón y la zona del antepié.
Hay distintos tipos de drop que varían desde los 0 mm (barefoot), hasta los 12 mm (el que usan la mayoría de las zapatillas convencionales de entrenamiento).
Las ventajas e inconvenientes varían entre un tipo de drop y otro.
De 8 a 12: alto índice de amortiguación, pero mayor peso de la zapatilla, mayor pronación y sobrecarga en la zona lumbar.
De 4: útil en terrenos irregulares, pasos más cortos, menor sobrecarga lumbar; es necesaria una adaptación paulatina.
De 0 a 4: bajo peso de la zapatilla, postura más erguida, fortalecimiento musculatura intrínseca del pie, menor pronación; tiempo de adaptación de 6-12 meses, cambio de la técnica de carrera, sobrecarga y acortamiento de la musculatura posterior del miembro inferior.
Lo importante es la adaptación progresiva, que requiere un tiempo mayor cuanto menor es el drop.
Debiendo cuidarse mucho más la técnica de carrera con zapatillas barefoot.